Blogia
OTROCÁCERES

Opinion Local

Sobre el proceso de paz en Euskadi

Escrito por E.F.(miembro del Foro Social de Cáceres)


Me pongo a escribir sobre el “proceso de paz” con la precaución de quien entra en un terreno delicado, mientras una voz interior resabiada me avisa: “¿Tu sabes en el charco en el que te vas a meter?”.

 

El caso es que echo de menos poder discutir con alguien el asunto. Me encantaría poder hablarlo, por ejemplo con los/as compas del “Foro...” Así que decido ponerme a escribir en un intento de ordenar las ideas y ver si saco algo en claro.
Sigo con interés lo que los medios nos cuentan sobre el ”alto el fuego permanente” de ETA. Intento crearme mi propia opinión y, sobre todo, tengo muchísimas ganas de que haya paz en Euzkadi.
Me gustaría que ETA y el GOBIERNO hagan las cosas bien y que, en lo que les toque, los diferentes instituciones del Estado, los periodistas y la clase política en general, estén a la altura del reto.
Meses después de que el Parlamento le diera al presidente del gobierno el visto bueno sobre el posible diálogo con ETA, sigo teniendo casi tantas dudas como al principio, menos expectativas y bastante mosqueo.
Algunas de las dudas tienen que ver con la cuestión de las víctimas. Se suele decir, y algunos mediadores en conflictos hablan de ello, que estas cosas salen bien cuando se mezclan con cuidadoso equilibrio prudencia, reserva, realismo y tiempo; cuando las partes no se encastillan en los principios; cuando se dan pasos pequeños que generen confianza mutua; cuando el factor humano genera dinámicas que contribuyen a limar los posicionamientos ideológicos.
La pregunta es si todo eso que podríamos resumir, como pragmatismo, puede ir de la mano de la perspectiva moral que subyace en el discurso de las víctimas cuando reivindican memoria y dignidad.
La pregunta, la duda, puede ser pertinente porque una de las diferencias más importantes entre esta tregua y las anteriores, entre Zapatero hoy y Aznar o González antes, es que hoy las víctimas se han hecho presentes, configurando como movimiento un nuevo sujeto social, con una gran capacidad de influencia.
Buscando respuestas me acerco a quienes puedan ayudarme a ver algo y cuyos puntos de vista me resulten convincentes.
Los trabajos y las reflexiones del investigador social y filósofo Reyes Mate sobre la cuestión de la memoria y las víctimas vienen de lejos. Dedicado a bucear en la dimensión filosófico–moral y en las consecuencias sociales y políticas de los campos de exterminio y del Holocausto, ha tratado también en artículos en prensa la cuestión de las víctimas en nuestro país y, específicamente, las de ETA. Al respecto es claro: “... Lo que su sola presencia (la de las víctimas) nos dice es, por un lado, que son sujetos de un daño personal irreparable y, por otro, que se les ha ofendido... en su dignidad de ciudadanos. La respuesta política al daño personal consistirá en aliviarlo con ayudas... Más compleja es la respuesta política a su dañada existencia ciudadana. Recordemos que el terrorista cuando mata o amenaza está diciendo que las víctimas sobran en la sociedad que ellos preparan. Al quitarles de en medio lo que consiguen es empobrecer a la sociedad real y escindirla en dos. La empobrecen al eliminar por superfluo al que piensa diferente. Y también la parten por la mitad: de un lado los que matan y los que callan...; del otro, las víctimas y quienes con ellas defienden su ser ciudadano... La respuesta política en caso de que dejen la violencia... tiene que hacerse cargo de esa sociedad empobrecida y dividida. Y eso significa plantear un proceso de reconciliación que pasa, de entrada, por el necesario arrepentimiento público de los victimarios y por el facultativo perdón de las víctimas...” (“La política de las víctimas”. El Periódico de Extremadura. Domingo 19 de Marzo del 2006).
Adriana Faranda es una italiana ex dirigente de las Brigadas Rojas. Me interesa su planteamiento porque surge desde dentro de una organización terrorista y, por lo tanto, por su condición de victimaria. Cuenta su experiencia en el libro de próxima aparición “El vuelo de la mariposa”. Desde la prisión fue una de las creadoras del movimiento de “disociación” del terrorismo, una idea que, enfrentada a las de los “irreductibles”, se extendió por las cárceles y que, diferente a la figura de los “arrepentidos” (los “disociados” no cooperaban en los sumarios) contribuyó a deslegitimar la “lucha armada”. Cuando salió de la cárcel tuvo contactos con sus víctimas gracias a la intermediación de algunas personas relacionadas con la Iglesia, comprometidas con la reconciliación.
En una entrevista para El País el 26 de noviembre del 2006 afirmaba que “pedir perdón a las víctimas sería una nueva forma de violencia: ponerles ante el dilema de perdonar o no perdonar añadiría dolor al dolor. Tampoco se puede resarcir. Pero quizá se puede contribuir a serenar. Nos acercábamos a esas personas porque pensábamos que para ellas podía suponer un desahogo. Podían echarnos en cara su propio dolor... Recuerdo todos los encuentros con las víctimas como intensos y muy conmovedores. Quienes no se sentían con ánimos de vernos, obviamente, rehusaron el encuentro”.
A continuación el periodista le pregunta: “¿Qué sacaron ustedes de este gesto?”, a lo que ella contesta: “Nos ayudó. Nos reforzó en nuestra convicción de eliminar la violencia. Y nos dio esperanza para salir adelante sin que nos aplastara el peso de todo lo que habíamos echo”.
Más adelante dice: “cuando recuperé la facultad de comprar y vender, como algunas de las familias de las víctimas sufrían dificultades porque el Estado no había pagado aún las indemnizaciones... vendí la casa y repartí lo que obtuve entre ellas...”
En un momento de la entrevista ante otra pregunta del periodista sabremos que los ex terroristas que se reunieron con sus víctimas fueron “unos seis o siete”...
Lo que cuenta Adriana Faranda sucede en la Italia de los años 80. Si la “disociación” fue un movimiento importante que acabó tomando cuerpo jurídico, en cambio, el frente a frente ante las víctimas fue una cuestión personal.
En diferentes lugares del mundo se han ido consolidando las “Comisiones de la verdad” en base al modelo surafricano. Me pregunto si este podría ser el caso para el País Vasco pero, viendo lo que les está costando asumir las legítimas reivindicaciones de las victimas del franquismo a un sector importante de los partidos políticos y de los jueces, y el empeño en sacralizar y momificar el “modelo de transición”, me parece que un planteamiento de “Comisión de la verdad” o algún tipo de institución similar es un sueño muy lejano.
El optimismo no aumenta ante las escenas vistas por TV., cuando los verdugos acuden a juicio en presencia de sus víctimas. Sin embargo, creo que una paz fructífera debería pasar por el echo de que, en un momento dado, ETA, de una u otra forma, asuma y reconozca el mal producido a las víctimas y a la sociedad. Se miran mucho en el IRA. Habrá que ver cómo evolucionan las cosas en Irlanda en ese aspecto.
No contribuye al optimismo la práctica de alguna asociación de víctimas adscrita a la bronca política y que, además, incorpora a sus peticiones querer “saber toda la verdad” sobre el 11-M, alineándose así con la delirante relación ETA–Islamismo que sostienen el Partido Popular y sus hooligans.
En medio del ruido y la confusión hay actitudes que, por el contrario, arrojan luz: Eduardo Medina (El País. 10 de diciembre de 2006): “No he querido poner mi condición de víctima al servicio de mis tesis políticas. No quiero en ningún caso que mis testimonios tengan más peso que los de alguien que no es víctima del terrorismo. Ser víctima no me parece un valor añadido a la hora de tener razón. Es verdad que soy una víctima de ETA. Y he querido dejar todo esto muy claro en mi interior para que no sea ETA – o lo que ETA fabricó en mi el 19 de febrero de 2002 – la que decida mis perspectivas, ponga mis filtros, genere mis críticas y construya mis pensamientos políticos, mis iniciativas, mis reflexiones...”
Esta y otras opiniones me aclaran algunos interrogantes y me ayudan a ver por donde va el hilo que pueda conducir a una paz verdadera. En lo que a las víctimas se refiere, es indudable la legitimidad que tienen para pedir que se les tenga en cuenta, que lo que el Gobierno negocie no implique que ETA gane en la mesa lo que no ha conseguido matando. Hasta ahí. Por lo demás, ¿están legitimados, como movimiento, para determinar el guión del proceso?. Con todo, creo que eso no es lo esencial. Lo verdaderamente importante, en orden a la reconciliación, es si, en el otro lado, existen, reflexiones del calado de la de Eduardo Medina aunque a la inversa; autocríticas como la de Adriana Faranda; libertad para expresarlas.
Se que toda esta dinámica victima / victimario debe sonar a música celestial, a ingenuidad absoluta. Si repasamos lo que ha sucedido en lo últimos meses, resulta desolador las decisiones de algunos jueces; la estrategia del PP; lo que dicen algunos medios; ver cómo ETA ha vuelto a encender las calles o que, en paralelo, Batasuna vuelva a hacer declaraciones públicas marcando como a-priori la “territorialidad” y el “derecho a decidir”; no porque no sea legítimo, si no porque, en pro del entendimiento, parecía que eso se dejaba para otra fase del diálogo y, además, para ser discutido con las otras fuerza políticas. Es desolador comprobar, en resumen, cómo unos y otros vuelven a las trincheras.
¿Y el Gobierno? ¿Qué hace el Gobierno además de mirar a su derecha? Necesitaríamos que ya mismo saliera Zapatero a la palestra, en el Parlamento o en una comparecencia específica y explicara dónde estamos en este momento si es que el proceso está en algún punto diferente al de antes del verano. Y si no, también. ¿Por qué se deja ganar en el terreno de la opinión pública?
Está claro que según la paz que se promueva, la reconciliación será o no posible. Pero la realidad es que no estamos ahí. Todo conduce a pensar que ni siquiera están puestas las bases para sentarse a hablar, que los requisitos previos, los procedimientos, etc. o no se han pactado o alguien los ha incumplido. ¿Quienes tienen capacidad para desbloquear la situación, si no es que se ha llegado ya a un punto sin retorno?: volvemos a la casilla de salida: El Gobierno y ETA.
Retomando uno de los interrogantes del principio: me gustaría creer en la compatibilidad entre el pragmatismo en la elaboración del guión general, en el desarrollo de medidas de confianza, en el manejo de los tiempos, etc. y el trasfondo ético que debería iluminar en todo momento el proceso. Pero no estoy seguro. Ahora bien, es de sentido común que se hacen necesarias medidas de distensión. Los principios son importantes pero ¿se pueden convertir en barricadas?
No se por qué, pero esta vez mucha gente sí tuvimos la sensación de que ETA iba en serio. Más por necesidad que por virtud; pero que esta vez era la buena, aún a sabiendas de que son muchos años de autismo político: el 11-M pesa mucho.
Un periodista de un diario vasco decía hace unos días en una tertulia que en las asambleas (de Batasuna creí entender) los que defienden la tregua se acaban levantando y se van. Para que esos sectores tengan bazas sobre los irreductibles, el gobierno debería dar pasos.
¿Qué saca, qué sacamos, con la letanía de “el cumplimiento de la Ley”?. Según qué leyes ¿por qué no cambiarlas? El gobierno tiene mayoría en el parlamento con apoyos a su izquierda. La opinión pública es mayoritaria aquí y en el País Vasco a favor del proceso. Que Zapatero salga, que lo explique y que la mayoría anule o modifique la “Ley de Partidos...” que está en el inicio de la ilegalización de Batasuna. Es una ley que ya ha cumplido su ciclo y que, ahora, probablemente entorpece más que ayuda. Hay que dar cancha política a Batasuna o darle la posibilidad de que se refunde con otro nombre. Ahora mismo, pedirle que “condene la violencia” es pedir peras al olmo. Poner todo el empeño en ese a-priori no es funcional, sobre todo porque, entre tanto, se han producido hostigamientos hacia sus líderes que sólo cabe interpretar como voluntad obstaculizar los primeros pasos del proceso. En ese tema, en concreto, hay jueces con diferentes posturas. Por algo será.
En la misma dirección iría la necesidad de mover las cárceles. Qué impide a muchos presos poder cumplir condena en su tierra; debe haber casos a los que, con la ley en la mano, les pueda corresponder el tercer grado; sospecho que habrá muchas condiciones aliviables por motivos de enfermedad física y psíquica. Hay presos que deberían estar en la calle. No hace ni un mes, un juez ha manifestado en la prensa su opinión sobre el tema a raíz del caso de Juana Chaos o como se llame. Al terrorista, especialmente a algún terrorista, se le podrá considerar un “monstruo” pero el Derecho no entiende de monstruos, juzga conductas y, si en función del código penal elegido, alguien ha cumplido la condena no pueden buscarse subterfugios para que siga en prisión. Tiene que ser muy duro, especialmente para las víctimas, verles en la calle, pero ni a los jueces ni al gobierno se les puede acusar de traición, de abandono, si las decisiones se atienen a la Ley. Es función del Gobierno hacérnoslo comprender.
Por su parte, ETA sabe que no hay salida. Sufrimiento y muerte; generaciones educadas en el militarismo, el dogmatismo y la paranoia; odio... ¿Que futuro se construye con eso? Volver a tomar las armas es una huida hacia ningún lado. El Gobierno necesita apoyos para que la sociedad vea que se hacen progresos. ETA puede desactivar la lucha callejera.
Batasuna tiene que recapacitar: la existencia de ETA como garante armado de su proyecto político, además de ser un chantaje inaceptable condiciona y bloquea un potencial de energía muy grande. Hay que liberar ese potencial. Hay sectores de la izquierda abertzale, del resto de la izquierda que no se siente nacionalista, de los movimientos sociales que, comprometidos con las vías democráticas y no violentas, hacen de Euzkadi uno de los laboratorios más interesantes de las luchas sociales. Un montón de gente ilusionada con que paren de una puñetera vez. No pueden volver a decepcionar. Hay un ingente campo de acción y seguro que espacio para las alianzas.
El Gobierno tiene margen de movimiento. Si tiene voluntad política y asume riesgos. Aunque al final el proceso fracasara, si se ha puesto todo el empeño, no está tan claro que la opinión pública le diera la espalda. Entre otros motivos porque no todo empieza y acaba en el “proceso de paz”.

Canal Extremadura TV: el emperador está desnudo

Articulo de opinión para "kaos en la red" de José Camello Manzano, Productor audiovisual y Director de la serie “El lince con botas”.

¿Saben aquel del traje nuevo del emperador, que en realidad iba desnudo?    Tras los clamores propagandísticos destinados a promocionar el primer aniversario de Canal Extremadura TV, acreditado, como no podía ser menos, con la maña antigua de los ejecutivos de la Junta y empresas afines para administrar estadísticas y manipular números (¿500 empleos entre las productoras? Pregunten, pregunten), el escaparate de autobombo de esta higiénica cadena pública pretende enmascarar lo que es una verdad a voces: Canal Extremadura TV ha desperdiciado en solo un año el crédito que el joven medio público pudiera haber obtenido de inocentes como un servidor: pudiera incluso hablarse de dilapidar la fortuna que representaba tamaña novedad en el histórico páramo de la televisión –con las excepciones conocidas- en esta Comunidad. Canal Extremadura TV ha obtenido de forma rápida una etiqueta entre la audiencia extremeña: es malísima. Refrendemos este comentario con argumentos:

Obsesionada en dar una imagen pulcra acorde con el perfil de lo que los gobernantes extremeños pretenden que sea Extremadura (lo que raramente suele coincidir con la realidad) el canal público ha decidido apostar desde el principio por una línea continuista con la obsesiva propaganda con la que el Ejecutivo extremeño confunde la comunicación: la trivialidad oculta las miserias y el envoltorio prescinde, además de los contenidos, del cuidado de su forma. No ha intentado siquiera sacudir esa estética tópica, y nació, como modelo a imitar, vieja o viejo. La imaginación que cabía exigirle a una televisión nueva -y austera, lo que según reza el refranero debería estimularla- brilla en general por su ausencia. Los formatos de los programas cocinados desde dentro -pero producidos fuera- en este primer año recorren una minúscula horquilla entre la fácil imitación y la simpleza bien conocida, incluidos los programas de irradiación institucional y de culto a lo establecido, tanto a nivel social y político como de gestión de un medio televisivo: la referencia para la dirección del Canal son…¡el resto de infumables emisoras de televisión públicas, privadas e incluso locales, en las que cebarse en la crítica es tarea generalizada! Mención aparte merece la programación de largometrajes de ficción, solución facilona donde las haya y a través de los cuales se vertebra la colonización cultural del pensamiento único entre todos nosotros, a lo que en breve se sumará el fútbol para completar el perfil de los recursos “imaginativos”. ¿No había tareas más urgentes que acometer? A la nula disposición hacia las versiones originales –teniendo tan cerca el modelo televisivo luso de programación sin doblaje-, se suman el desencuentro absoluto con el país vecino -en contra de los principios de programación de la cadena- y el recreo en la emisión de algunos filmes de aliento reaccionario o violento. A ello puede unirse el veto directo tanto a programas documentales como a sectores sociales –de lo que doy fe y documentos si se precisan- relacionados con la realidad extremeña en beneficio de temas “colaterales”; lo más lejano posible del argumento de proximidad exigible a una televisión autonómica y pública. Nada nuevo bajo el sol de lo público y sin embargo podía –debiera incluso- haberlo habido.

Todo depara un escenario bien conocido entre los frecuentadores de las televisiones públicas, al que hemos llegado en Extremadura por la vía rápida: control político de los contenidos; mirada eminentemente casposa sobre la sociedad; apropiación de los criterios de lo que a ella interesa; compra de voluntades y dominio político entre las empresas afines del sector; prepotencia en las relaciones mercantiles y represalias hacia terceros que no se someten a sus criterios. Cohesión en las filas de los trabajadores del medio mediante la selección dirigida, la orientación en consignas y la creación de universos paralelos de bienestar en los que no cabe la réplica a la autoridad de los superiores, agitándose para ello el miedo a la precariedad en la que subsiste el resto de la profesión en el ámbito privado… A los trabajadores se les incrimina con métodos sutiles, para que hagan su labor sin percatarse de que se arrodillan ante un dios que quizás no han elegido: convenciéndoles de formar parte del avance extremeño hacia la modernidad más aséptica a través de lo políticamente correcto.

Quien esto lea podría deducir que lo suscrito se trata de una opinión. Tal es, sin duda. Mas fundada en casi veinte años produciendo contenidos para televisión en y desde Extremadura, que le han servido a uno para poder valorar con cierta autoridad que lo que los políticos, directivos y profesionales al cargo de Canal Extremadura están vendiendo ni es oro, ni reluce. Es un tren que se ha perdido al menos para quienes tenemos otras ideas acerca de lo que significa un medio de comunicación público de la relevancia que puede y debe tener una televisión autonómica.

 

JOSÉ CAMELLO MANZANO
Productor audiovisual
Director de la serie “El lince con botas”

Aldea Moret, Dos años de lucha social

Juan Jesús Tato González. reflexiona sobre la Trayectoria de la Asociación Socio Cultural Aldeamoret en sus dos años de existencia y lo que ha supuesto en el el presente y futuro de la barriada la aparición de este movimiento para recuperar "la dignidad perdida del barrio obrero que le regaló la modernidad a la ciudad de Cáceres".

En este mundo todo está bajo control;

Todo?: No.

Una aldea poblada por irreductibles galos,

resiste ahora y siempre al invasor con una poción mágica

que les hace invencibles: el cerebro.

La Polla Records. No somos nada.

El presente y el futuro de Aldea Moret no se pueden entender sin analizar estos dos últimos años de lucha social. Existe una Aldea Moret anterior al 2005 y existirá una Aldea Moret posterior al 2006. Los dos años mencionados son un paréntesis en la carrera de fondo que representa nuestro objetivo final: recobrar la dignidad perdida del barrio obrero que le regaló la modernidad a la ciudad de Cáceres. El ferrocarril en Cáceres es debido a la explotación minera de Aldea Moret. El Antiguo Poblado Minero de Aldea Moret, hoy amenazado de muerte, es un ejemplo de planeamiento urbano moderno a pesar de que en Cáceres, en el 2006, no se haya aprendido nada y se siga construyendo sin tener en cuenta aquello que saben hasta los niños: “Hacer viviendas, no es hacer ciudad”.

El cerebro y la inteligencia han sido, son y serán las únicas armas válidas en esta lucha por recobrar la dignidad y combatir el abandono institucional. La Asociación Socio-Cultural “Aldea Moret”, desde su constitución, decidió participar del sistema con una clara intención: dinamitarlo desde dentro. En los tiempos que corren, no es posible, por ahora, la autogestión por lo que las riendas de nuestro destino dependen de muchas manos. Y una de estas manos son las del sistema, injusto donde los haya. Y la injusticia, en Aldea Moret, que no es distinta a la de otras periferias víctimas del olvido, tiene forma de precariedad en todos los sentidos. Muchas mujeres de Aldea Moret, verdaderas protagonistas de la modernidad de Cáceres (no olvidemos que fueron las que criaron a los niños, cuidaron a los enfermos, trabajaron en el campo y alimentaron a sus maridos mientras estos trabajaban en el interior de la tierra), han recogido un testigo que no les rinde justicia. Muchas de las mujeres de Aldea Moret son las encargadas de limpiar la trastienda de Cáceres. Empleadas del hogar cuyos derechos laborales y sociales, en muchos casos, no están reconocidos.

Aldea Moret no está aislada a pesar de las barreras físicas y los nefastos planes de urbanismo que la han aislado físicamente. Aldea Moret oye, ve y siente. Y lo que siente es que, por desgracia, no es la única víctima del Capital: el verdadero “Eje del Mal”. Un capital en forma de “corralito” en Argentina. Estos hermanos que hablan nuestra misma lengua son uno de los mejores ejemplos de que la cosa no va nada bien. Y estoy siendo muy optimista. Situada Aldea Moret en el mundo. Vamos a lo local.

En estos momentos, después de dos años de lucha social, para describir lo local, podemos hablar de realidad y de sueño. La realidad: hoy, en Aldea Moret, existe una pequeña resistencia local que está combatiendo el abandono institucional. Se trata de una pequeña resistencia local débil pero que hace gala de su mejor arma: el cerebro. Si no nos cuidan los jardines, una brigada de mujeres limpian y riegan su jardín. Si nuestros responsables políticos no difunden el patrimonio minero de Aldea Moret e incluso quieren arrasar con él, los vecinos del barrio organizan paseos-guiados por el poblado y la arqueología minera de Aldea Moret y contribuyen a crear una Plataforma Ciudadana para salvar el poblado. Si la Administración no vela por la salud y el bienestar de la ciudad de Cáceres, un movimiento espontáneo en Aldea Moret se organiza para espantar el mal olor del proyecto Eco-Parque-Basurero. Si a la Administración no le interesa el bienestar de las personas alojadas en el chabolismo vertical de Aldea Moret, los vecinos del barrio elaboran propuestas viables como es un realojo parcial con el fin de descongestionar la barriada pero siempre teniendo en cuenta las necesidades y cultura de las personas que ocupan esas viviendas (hablamos de personas y no de ganado, cosa que la Administración no tiene muy claro). Si a la Administración no le interesa dar a conocer la realidad social de Aldea Moret, los vecinos organizan jornadas de puertas abiertas del barrio en las que, a través de la convivencia, se da a conocer la realidad del barrio, su lado bueno pero también el lado oscuro del corazón del mismo, que lo tiene.

Para hablar del sueño, hago mía la idea de un compañero del Foro Social de Cáceres: la pequeña resistencia local de Aldea Moret tiene que unirse a la pequeña resistencia local de la Mejostilla (que la hay), tiene que unirse a la pequeña resistencia local de San Blas (que también la hay), es decir, la pequeña resistencia local de Aldea Moret, tiene que unirse a todas las pequeñas resistencias locales de Cáceres. Como dice mi compañero, sólo se trata de acercarse a los barrios y de contactar con esas personas afines. Lo demás, vendrá por sí mismo.

Por lo tanto, vemos que Aldea Moret no es una realidad nueva (como muchas periferias es olvidada y utilizada para esconder aquello que nadie quiere), pero somos conscientes que puede contribuir (no olvidemos lo de la carrera de fondo) a esa solución global que el sistema necesita. Podemos decir que Aldea Moret está en el camino, fruto de ello es su pequeña resistencia local. Que el proyecto social global de la pequeña resistencia local de Aldea Moret tenga sentido o no, depende: primero, del fortalecimiento de las alianzas en el seno de la propia resistencia local de Aldea Moret y en el propio barrio de Aldea Moret. Segundo, fortalecidas estas alianzas, hay que cuidar y mimar a todas aquellas asociaciones y personas venidas de fuera para trabajar desinteresadamente por Aldea Moret. Tercero: la unión de pequeñas resistencias locales de Cáceres.

La Asociación Socio-Cultural “Aldea Moret” desde su gestación tuvo claro la necesidad de crear un tejido social en el barrio. Ahora bien, pese a la opinión de sus detractores, siempre se ha apostado por un tejido social horizontal, sin líderes, sin ídolos, sin consignas pero desde la izquierda, no nos vamos a engañar. Hace dos años, en Aldea Moret, las asociaciones de vecinos, en general, se movían gracias a la iniciativa de su presidente. En algunos casos esto no ha cambiado. Pero es mérito de la Asociación Socio-Cultural “Aldea Moret”, el tener una visión global del barrio para poder actuar en él y el haber tenido en la asamblea su lugar de encuentro y de decisión. Una asamblea que habrá que reforzar en el futuro o una metodología interna de la asociación que habrá que revisar y mejorar. Pero los cimientos están claros y son lo mejor para el barrio de Aldea Moret. Esta horizontalidad en el barrio de Aldea Moret ha sido la clave para el establecimiento de alianzas. Al no haber un líder o un dogma a seguir, ha sido posible el trabajo con la CNT y la CGT, con las Juventudes Comunistas y con las Juventudes Obreras Cristianas. Un movimiento social horizontal es de lo que adolecía Aldea Moret. El unir a la CNT y a la CGT luchando juntas en Aldea Moret es un claro ejemplo de trabajo común, solidario y horizontal. El unir a las Juventudes Comunistas y a las Juventudes Obreras Cristianas, es otro ejemplo de ello.

Decíamos que para describir el movimiento local de Aldea Moret, podíamos hablar de realidad y de sueño. Rizando aún más el rizo, mi sueño es que en el barrio desaparezcan las asociaciones dando paso a un ciudadano crítico, de espíritu libre. Un ciudadano que, de participar en el sistema democrático mediante el voto, defienda y haga ver a los políticos que no están cumpliendo y le haga cumplir el programa establecido (el programa que se vendió en la campaña electoral). Ahora que hablamos de política, hasta este momento hemos estado hablando de Acción Social, vamos a recordar que el movimiento social actual de Aldea Moret no necesariamente tiene que caminar de forma paralela a lo que dicten los partidos políticos de turno. Y ahora, podemos aprovechar para recordar cuándo el político se separó del ciudadano en Aldea Moret. Sucedió en el momento en el que el primero dejó de escuchar al segundo. De esta manera, muchos de los proyectos que han fracasado en Aldea Moret han sido por esta razón. Quizá el ejemplo más claro de este fracaso ha sido el chabolismo vertical que se generó en el barrio como consecuencia de un planeamiento urbanístico que no escuchó al ciudadano que vivía en el barrio y al ciudadano que iba a disfrutar de la vivienda social. Continuando hablando de política, abstención, voto en blanco o voto y defensa del voto, el movimiento social de Aldea Moret tiene que ser consciente que ha de formarse así mismo y no poner en manos de la política oficial todo su futuro. Hoy, más que nunca, es necesario reinventar nuevas formas de Democracia, ya que, ésta no sólo es el deporte de la papeleta y la urna. Y estas nuevas formas de Democracia dependen de la lucha de la pequeña resistencia local de Aldea Moret y del resto de resistencias locales. La calle tiene que ser un lugar de encuentro, de comunicación. Las asambleas vecinales en Aldea Moret celebradas en la calle este verano son un verdadero ejemplo de lo que estamos comentando. Y un verdadero ejemplo de freno a la vida en la calle lo constituye la aprobación de la Ordenanza Municipal Reguladora de la Convivencia Ciudadana y de la Protección del Entorno Urbano. A pesar de todas las trabas, la calle seguirá siendo un lugar para hablar, para desahogarse, para intercambiar experiencias, para saber que aunque tenemos un problema, no estamos solos. Y la acción directa de la calle a veces es necesaria llevarla al pleno municipal. Y los gritos y las malas formas de unos ciudadanos olvidados y de una realidad olvidada (lo primero queda justificado con lo segundo), como es la de Aldea Moret, tienen su fruto y hace que la corporación municipal se replantee la necesidad de que los ciudadanos puedan hablar en los plenos. Hasta la fecha, el ciudadano no tiene voz en el pleno.

Y así seguimos, en nuestra carrera de fondo. A veces alegres y otras veces desanimados. Y este texto se acaba de manera radical, probablemente habiendo perdido, hace mucho, el hilo inicial. No puede tener fin porque la carrera todavía no ha acabado. Podríamos recrearnos en nuestras pequeñas victorias o en nuestras grandes derrotas. Pero en lugar de eso, el texto acaba y el que aquí escribe, se esforzará todavía más para seguir en la brecha, probablemente de manera más discreta, pasando más tiempo en la calle para no perder la realidad de lo que soy.

Juan Jesús Tato González. Miembro de la Asociación Socio-Cultural “Aldea Moret” y del Foro Social de Cáceres “Otro Mundo Es Posible”

El inquietante éxito del planeta El Corte Inglés por Diego Sanz Paratcha (Diagonal)

El inquietante éxito del planeta El Corte Inglés por Diego Sanz Paratcha (Diagonal)

El Corte Inglés figura a la cabeza de las empresas españolas con mejor imagen corporativa. Pero en la responsabilidad social y la calidad laboral , “la Casa” como la llaman sus directivos, no saca nota.

El inquietante éxito del planeta El Corte Inglés

Autor: Diego Sanz Paratcha

Este año, El Corte Inglés (ECI) figura a la cabeza del índice Merco, una clasificación de las 50 grandes empresas españolas con mejor imagen corporativa. Entre otros puntos, el listado valora los buenos resultados económicos, la calidad de la oferta y algo llamado “dimensión global empresarial”. Otros criterios son la responsabilidad social, la llamada calidad laboral y la innovación: por estos factores, El Corte Inglés, “la Casa” como la llaman sus directivos y algunos empleados, no saca nota.

El ejemplo no pasaría de anécdota si no fuera porque El Corte Inglés encabeza dicho ranking desde que éste fue creado hace seis años por una consultora y el diario económico Cinco Días. La insistencia con que ejecutivos y analistas renuevan su admiración por “la Casa” tiene el mérito de resultar inquietante por dos motivos aparentemente opuestos: ECI se mantiene como referente por una política comercial y de recursos humanos anclada en el pasado. La principal cadena de grandes almacenes del Estado español es moderna por estar anticuada.

La plantilla, a raya

Una denuncia de UGT en el centro Princesa (Madrid) destapó todo. La empresa se vio obligada a revelar las nóminas de todos los empleados que habían ejercido la representación sindical en dicho centro entre 1978 y 2005. Sólo en los últimos cuatro años, la pérdida de poder adquisitivo para la mayoría de ellos fue de un 10%, con subidas salariales anuales del 1%, muy por debajo del aumento de precios.

Pero hay un grupo de privilegiados cuyos ingresos no han dejado de incrementarse. Para los delegados de la Federación de Asociaciones Sindicales de Grandes Almacenes (FASGA), entidad mayoritaria en El Corte Inglés, la subida fue del 30%. Y el salario anual del único representante de FETICO (Federación de Trabajadores Independientes del Comercio) llegaba a los 61.600 euros, casi tres veces más que el de un empleado “medio”.

Los representantes de Comisiones Obreras llevan años denunciando la estrategia de persecución sindical como uno de los factores que explican la desigualdad salarial y de derechos en El Corte Inglés. Los tribunales lo han corroborado en varios casos; la sentencia más reciente, del año 2003, consideraba probada la discriminación salarial contra 15 delegados de UGT y CC OO del centro de Preciados (Madrid) por el simple hecho de su militancia sindical. El fallo daba la razón a la magistrada Nieves Buisán, que juzgó el mismo caso en 1994. Su dictamen consideraba como “práctica habitual en la empresa” el establecer “subidas salariales individuales, extraconvenio y con criterios que ni se pactan colectivamente ni se hacen públicos”.

Así, la arbitrariedad de la dirección se multiplica. Según CC OO, esto se hace de común acuerdo con las entidades FASGA y FETICO. Las mujeres se han llevado la peor parte en este sistema. El último caso demostrado es la infracción “muy grave” detectada por la inspección de Trabajo en los dos centros de ECI en Valladolid por discriminación salarial contra sus empleadas. Las nóminas del mes de enero demostraban que una mujer recibía, según el centro en que trabajara, el 39% o el 45% de lo que recibe un hombre por el concepto salarial conocido como “complemento personal”.

Resulta complicado establecer cuánto representa este concepto. En el caso del centro de Preciados, podría llegar a suponer el 20% del salario base. “Pero nadie sabe qué es el complemento personal”, asegura José Luis Romero, representante de CC OO en Preciados con 30 años como vendedor. El convenio define el complemento personal de forma tautológica: éste obedece “a las características personales del trabajador”. Así, entre esas circunstancias personales puede entrar, según denuncia CC OO, la pertenencia a un sindicato u a otro, y sobre todo la total disponibilidad para los horarios y condiciones de movilidad ofrecidas por la dirección, que la empresa tiene en cuenta para la política de ascensos.

Y aquí es donde las mujeres vuelven a llevarse la peor parte: sus mayores cargas familiares son una traba desde del punto de vista de su dedicación a “la Casa”. Los datos difundidos por el diario El Economista hablan por sí solos: en centros donde las mujeres suponen el 65% de la plantilla, su presencia entre los puestos de mando se queda en el 15%. Tras las denuncias presentadas por CC OO, la empresa se avino a formar un grupo de trabajo sobre el tema con un comité intercentros donde FASGA y FETICO son aplastante mayoría.

Otra involución revolucionaria se produjo en el año 97, cuando el convenio eliminó las categorías salariales -vendedor o cocinero, por ejemplo, con sus respectivos niveles de oficial- para crear la categoría hoy mayoritaria, la de “profesional”. “Ahora nos exigen a todos lo mismo, independientemente de nuestra formación y experiencia, y nos acaban pagando a todos por igual”, afirma Romero. También han disminuido los puestos fijos a tiempo completo, sustituidos por trabajadores seleccionados para campañas concretas, o por subcontratas: dentro del centro de Preciados operan hasta 285 empresas distintas.

El resultado de todo ello ha sido una desprofesionalización acorde con los nuevos mecanismos de selección de personal. Es un lugar común decir que antes a ECI se entraba con recomendación. Ahora los responsables de selección admiten abiertamente tener problemas para contratar personal. Algunos afirman que esta política acabará pasando factura a El Corte Inglés. Pero a la luz de sus resultados empresariales y de las políticas laborales de competidores como Zara, “la Casa” sigue siendo un ejemplo.

Diego Sanz Paratcha
Redacción Diagonal

Este artículo ha sido publicado en el nº36 del periódico Diagonal, 31 agosto al 13 de septiembre de 2006

Sobre el Modelo de Barrios de Fernandez Vara

Carta publicada en Diario Extremadura (8/11/2006) remitida por la Asociación Sociocultural de Aldea Moret sobre la Propuesta del Candidato socialista sobre un Plan de Barrios y de Participación Ciudadana.

El futurible señor Fernández Vara, candidato a la Presidencia de la Junta de Extremadura en las próximas elecciones de mayo, nos sorprende con unas reflexiones sobre el modelo de barrios.

Habla el señor Vara de la incompleta búsqueda del equilibrio de los territorios que su partido no ha tenido tiempo de finiquitar en estos 25 años y propone discutir una nueva apuesta para reequilibrar las ciudades hacia adentro.

Para el señor Vara un barrio es un lugar de participación y convivencia, donde si te tropiezas con alguien te saluda por tu nombre, y propone discutir un Plan de Barrios y de Participación Ciudadana Vecinal nueva y distinta, que equilibre más el desarrollo y las dotaciones de las ciudades, que implique a más ciudadanos y que contribuya a que además de vivir más tiempo en el futuro también vivamos mejor, con más acceso al deporte, a la cultura, la convivencia y de crear una nueva forma de buscar la igualdad de derechos y de deberes.

Lamentablemente, existen en Extremadura barrios como San Lázaro, Aldea Moret, Los Colorines o La Data que no se ven reflejados en las palabras del señor Vara. Barrios en los que queda todo por hacer, barrios en los que, aparte de un saludo, también se reciben amenazas y en los que la convivencia brilla por su ausencia a la vez que son abandonados a su suerte por las administraciones regional y locales.
Propone el señor Vara discutir un nuevo modelo de barrios y de participación vecinal para conseguir el equilibrio del que habla.

Se hace necesario que el candidato se reúna con los distintos agentes sociales implicados a fin de explicar sus propuestas y promesas electorales. Ahora bien, debe tomar las riendas y no delegar en asesores como el presidente de la Agencia de la Vivienda y su equipo, que ya han demostrado, sobradamente, su ineficacia y mal hacer .


Asociación Socio-Cultural ´Aldea Moret´ Cáceres